Tras la consolidación de cinco conjuntos de datos internacionales por parte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se ha confirmado que 2020 es uno de los tres más cálidos registrados, a la par de 2016, aunque el efecto de enfriamiento de La Niña hizo que los niveles de calor se redujeran hacia el final. del año.
Los cinco conjuntos de datos analizados por la OMM coincidieron en que 2011-2020 fue la década más cálida jamás registrada, con los seis años más cálidos ocurridos desde 2015, y 2016, 2019 y 2020 comprendiendo los tres primeros. Las diferencias en las temperaturas globales promedio entre los tres años más cálidos son indistinguiblemente pequeñas. Esto situó la temperatura global media en 2020 en unos 14,9°C, 1,2°C (± 0,1) por encima del nivel preindustrial (1850-1900).
“La confirmación por parte de la Organización Meteorológica Mundial de que 2020 fue uno de los años más cálidos registrados es otro claro recordatorio del ritmo implacable del cambio climático, que está destruyendo vidas y medios de subsistencia en todo nuestro planeta. Hoy estamos en un calentamiento de 1,2°C y ya somos testigos de fenómenos meteorológicos extremos sin precedentes en todas las regiones y en todos los continentes. Nos encaminamos a un aumento catastrófico de la temperatura de entre 3 y 5 °C este siglo. Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI. Debe ser la máxima prioridad para todos, en todas partes”, afirmó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
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"El calor excepcional de 2020 se produce a pesar del episodio de La Niña, que tiene un efecto de enfriamiento temporal", añadió el secretario general de la OMM, Prof. Petteri Taalas. “Es notable que las temperaturas en 2020 estuvieran prácticamente a la par de las de 2016, cuando asistimos a uno de los eventos de calentamiento de El Niño más fuertes jamás registrados. Esta es una clara indicación de que la señal global del cambio climático inducido por el hombre es ahora tan poderosa como la fuerza de la naturaleza”.
La OMM utiliza conjuntos de datos (basados en datos climatológicos mensuales de sitios de observación y barcos y boyas en redes marinas globales) desarrollados y mantenidos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los EE. UU. (NOAA), el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (NASA GISS) y la El Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido y la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia (HadCRUT).
La organización también utiliza conjuntos de datos de reanálisis del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Plazo Medio (ECMWF) y su Servicio de Cambio Climático Copernicus, y la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).